Con un aforo rayando al lleno, en la Maestranza de Sevilla, hicieron el paseíllo MORANTE DE LA PUEBLA y JUAN ORTEGA, ambos ataviados de tabaco y oro, ante el encierro de JUAN PEDRO DOMEQ, con presentación típica, para el coso sevillano, y predominante en los negros mulatos y castaños requemados, saltaron a la arena uno a uno, en el caso de MORANTE, «Marisquero» de 585 kgs, «Lamioso» y «Profeta», éste último hizo de 5° bis, de estampas bonitas y de imponente pintas, pero no dieron el punto y «tonalidad», en el juego, sólo algunos destellos, en el capote del matador, y luego se vinieron abajo, «faltos de casta» y sin «motor», para permitir las faenas planteadas, por el torero… fué al final un lote que desilusionó y opaco la labor del diestro de La Puebla del Río, quien escuchó algunas palmas en su 2° y en el 1° y 3°, silencio, además varios se fueron pitados en el arrastre. JUAN ORTEGA, iba por el mismo camino «cuesta abajo», con «viñero» y «togado», a pesar qué sus finas maneras, lograban algunos pasajes de arte en su labor, pero quedaban «borradas» por el flojo desempeño de sus oponentes, sólo en el 6° «lindura» qué se dejó, como dicen los entendidos, permitiendo qué el torero, se inspirara, tanto con la capa, destacando ésas veronicas, de trazo largo y lento, rematadas con las medias de cartel, qué despertaron del letargo a los asistentes, y qué ambos toreros tuvieron nota destacada en «los quites», ya en la muleta el matador lo dosifico y le arrancó algunos derechazos y naturales, de uno en uno, por la escasa fuerza del ejemplar, dejando ésas improntas del toreo «caro», y qué remató con estocada caída, pero efectiva y ante una petición mayoritaria, la presidencia asomó el pañuelo blanco, una solitaria oreja, como resultado final del festejo y muchas dudas para el ganadero….quien sigue en deuda con la afición, pues los dos encierros presentados, en el ciclo se rajan en la nota, pues han carecido de lo fundamental, en su desempeño «chispa» «gasolina» y «motor» y la afición merece otro tipo de toros qué por su comportamiento, transmitan la emoción, a través del peligro, cómo la segunda parte del encierro de Victorino. Desde Madrid se había anunciado un cártel inaugural del otoño madrileño, pero las condiciones climáticas, frustraron todo, pues hubo aguacero torrencial, hasta una hora antes del festejo, qué inutilizo el ruedo, a pesar de los esfuerzos logísticos, no lo lograron recuperar, y pasada una hora aprox, es decir siete de la tarde, salieron los toreros y sus cuadrillas, revisaron las condiciones del ruedo y sus zapatillas, se «hundieron» en el barro y se resbalaban…lo cuál por unanimidad de aplazó la corrida para el ocho (8) de Octubre/21.
Resumen y textos Gabriel Enrique Riveros.
Fotografía especial Diego Alfonso Alais.