Director

Diego Alfonso Alais G.

ROCA REY CON GRANDEZA Y DIVINA GRACIA SE INMORTALIZÓ EN BILBAO ANTE EL BRAVO ENCIERRO DE VICTORIANO DEL RÍO.

El festejo de hoy pasará a la historia y no será fácil de olvidar por los distintos matices, qué se dieron en toda la tarde y con la mejor entrada de público asistente de toda la feria, aprox ¾ del aforo hicieron el paseíllo JULIÁN LÓPEZ «EL JULI».- (Berenjena y oro) quién al frente de «Frenoso» y «Cantapájaros» tuvo momentos suaves, finos y de conocimiento en el capote, en varas hubo contrastes pues el primero se dejó y el segundo manseó en el caballo, en banderillas fueron costosos para la cuadrilla y en la muleta al comienzo fueron ásperos y bruscos, pero el Madrileño con firmeza y técnica construyó faenas de corte íntimo con poder, firmeza y pundonor administrando los tiempos y la distancia, en especial a su segundo qué fué una obra redonda e iluminada, pero que emborronó con los aceros, perdiendo los trofeos y quedó su labor en sendas ovaciones y palmas a sus oponentes. JOSÉ MARÍA MANZANARES.- (Corinto y oro) le correspondió en suerte lidiar y matar a «Estirado» y «Mariscal» ambos débiles y discretos en el tercio de capa, recibieron las mejores varas de la tarde el primero por la cabalgadura de Óscar Bernal y el segundo del picador Paco de María, en banderillas persiguieron sin emplearse a fondo y en la muleta a ambos el Alicantino les señaló el camino y con series por la derecha les sacó la raza y casta qué llevaban dentro, los metió en el canasto y vinieron faenas de plasticidad, hondura y emoción que se encumbraron, hasta cuándo a mitad de su labor los ejemplares se vinieron a menos y bajaron ritmo e intensidad, perdiendo conexión con los asistentes, debiendo rematar con pinchazo y estocadón hasta los gavilanes a su primero y con efectiva después de aviso a su segundo, siendo ovacionado en ambos y los toros aplaudidos en el arrastre. ANDRÉS ROCA REY.- (Azúl pavo y oro) estuvo al frente del 3° bis, por cambio del 3° titular «Impuesto», debido a la inutilización del pitón derecho, por ello saltó «Jalabeño» de 631 Kgs, el más pesado del festejo, qué en el capote estuvo suelto e indefinido, en varas llegó al relance a la cabalgadura de Sergio Molina, recibiendo tres puyazos y en banderillas persiguió hasta la boca del burladero a «Viruta», y tanto toro y torero se encumbraron en el último tercio, vinieron los cinco estatuarios y dos cambiados sin moverse el matador un ápice y de ahí en adelante fué ebullición total en los tendidos qué vibraban y rugían por la seguridad y dominio del Peruano, quién mostraba su grandeza invulnerable y firme personalidad, jugándose de verdad la vida en los terrenos del toro, incluso le avisó varias veces cuando trató de pasarlo por el pitón izquierdo, pero con ésos actos «suicidas» derrumbó la emoción e inspiración en el público asistente y televidente, estábamos en trance hasta cuándo al rematar su faena vino una fea voltereta, con pisotón incluído y en ésos instantes de angustia, aún no despertabamos a la realidad, y echando mano de su garra e enjundia torera, mató certeramente, cortando una oreja que pudieron ser las dos por la petición sonora, y el toro se fué «pitado» en el arrastre; luego el torero a la enfermería y cuando llegó su turno en el 6° fué un drama de expectativa y suspenso, pues no sé sabía si podía lidiar su 2° del lote, al fin salió a rubricar con «Quitaluna» de 530 kgs que fué noble pero encastado, pacífico en el capote, recibió buenas varas del varilarguero Quinta y en banderillas permitió la ovación a «Chacón» y en la muleta vinieron momentos de angustia, sentimiento y emoción plena, pues dolido se puso de rodillas y estuvo a punto de sufrir otro «revolcón» y después ya en pie vinieron tandas de quietud y sentimiento qué calaron en el público expectante, y vino una colosal faena honda y trascendental de gladiador, también con «achuchón»incluído más leve del anterior, pero con riesgo y peligro inminente, pero dejó una huella de arte intangible a su grandeza iluminada, rematada con estocada certera ejecutada dentro de los pitones del toro y el presidente sin dudarlo asomó los dos pañuelos blancos y porque todo había sido una bendita locura y mañana si hace el paseíllo junto a Morante, seguramente agotará el papel!!

-EL JULI.- Ovación y ovación.
JOSÉ MARÍA MANZANARES.- Ovación y ovación tras aviso.
ANDRES ROCA REY.-Oreja y dos orejas.

El Encierro muy bien presentado y de juego tuvo sus matices, pero en general fué enrasado, encastado, bravo y materialmente al alza de haberse apreciado una señora y verdadera corrida de toros si colocamos nota sería un 9.

Textos y redacción especial para Arte y temple: GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.

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