Tener el máximo y sentimental privilegio de presenciar en vivo y directo la melancólica despedida de un torero de época, que nos marcó y fidelizó, en muchas tardes a lo largo de su meteórica, encumbrada y que su sueño trascendiera en su natural carrera, hoy con ocasión del día de la Comunidad Valenciana, en el coso de la calle Xativa y qué será su última tarde en la península Ibérica, nos llena de orgullo y satisfacción, de ésa manera para la ocasión hubo actos especiales, memorables, históricos y de máxima solera con concepción religiosa e idealismo fantástico e ingenuo porvenir muy propios de la inspiración en el alma, que tocan fibras en lo más profundo de nuestros corazones; se reseñó un encierro de GARCIGRANDE (1°,2° y 3°) y JUAN PEDRO DOMEQ, (4°,5°, 6° y 7°), con un lleno en los tendidos y clima agradable alrededor de los 27° y así desfilaron en el paseíllo, ENRIQUE PONCE.- (Blanco y oro con cabos negros) quién además concedió la última alternativa de su vida cómo torero, a otro Valenciano (Nek Romero), por ello lidió el 2°, 4° y 7° del Festejo, “Luso” y Bisotero” y “Triquiñuelo” con unas faenas de altas y bajas pero la de su último toro generó el mejor de los placeres por el conjunto, sin que desmerezca la de su 1° que en el plan de dominador y de su sello nos deleitó con una tanda de naturales, que impactaron los tendidos, por ello cortó un generoso apéndice concedido por el palco y con su 2° fué el garbanzo de la corrida un manso, que llegó desfondado al último tercio y por ello se vió obligado a pedir un plato adicional (7°), que fué el único Juan Pedro que sirvió para los requerimientos del maestro al que le formó un lío y vinieron momentos sublimes, cumbres y de una estética profunda que ilusionó a la concurrencia, qué bramó y disfrutó hasta llegar al delirio colectivo, que emocional belleza ver a una plaza entera ”enajenada mentalmente “ y clamando a su ídolo para pedirle con fuerza las dos orejas y verlo salir por la puerta grande en una justa y digna despedida, acompañada por la música y los juegos pirotécnicos, dejando las estampas e imágenes más grandes y bellas del arte, pasará mucho tiempo para que ésa película se archive en nuestro subconsciente, de verdad valió la pena estar acá en Valencia con ése fundamental motivo de fiesta. ALEJANDRO TALAVANTE.-(Marino y oro) a quién le correspondió en suerte, enfrentarse a: “Visigodo” y “Venturoso”, unos animales de contrastes en su juego el primero se dejó para que el extremeño con su suavidad e improvisación nos dejara pinceladas de mucha sensibilidad estética y grueso calibre emocional, lástima la espada “bajita” qué le privó de los máximos trofeos, cortando sólo uno porque el 5° fué otro manso de libro y no pudo hacer nada. Tomaba la alternativa y con máximo compromiso el joven NEK ROMERO.-(Nazareno y oro) recordará qué el día de su alternativa tuvo al mejor y consentidor padrino, quien le dictaba con paciencia el libreto y el chico, tuvo mucha voluntad pero sus sueños naufragaron por muchas causas, entre las cuales estuvo la mansedumbre de sus ejemplares, pues el 6° no valía un duro y el 1° con disposición quiso mostrar sus argumentos, pero el viento y la falta de rodaje que además marró con los aceros lo dejaron con palmas y una vuelta a modo propio sin petición, ojalá no se engañe para saber que debe superar tardes agridulces cómo la de su alternativa, de lo contrario el tren lo habrá dejado!!
Resumen del Festejo.-
ENRIQUE PONCE.- Oreja, Silencio y Dos orejas.
ALEJANDRO TALAVANTE.- Oreja y Silencio.
NEK ROMERO.-Palmas y Vuelta.
Incidencias: El encierro de buena presentación los de Garcigrande, que además se dejaron y permitieron el lucimiento de los de a pie y el 4°,5° y 6° mansos de libro y sólo salvó la papeleta de J.P. Domecq el 7° que permitió el triunfo del maestro de Chiva.
Fué una tarde de mucha ovación pero la cuadrilla que toda la tarde trascendió fué la del maestro Enrique Ponce en especial Fernando Sánchez y Víctor del Pozo tras parear el 4° y 7° del festejo y las varas del picador Agustín Collado al 7° despertó sonora ovación en los tendidos.
Debemos anotar la solemnidad en los himnos interpretados por un maestro musical de la comunidad y fueron obligados a saludar los actuantes, encabezados por el maestro Ponce quién invitó a sus compañeros.
Textos y redacción especial para Arte y temple: GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.