En Madrid con una gran entrada, dentro del aforo permitido, se dió el segundo festejo del Otoño programado, con toros de VICTORINO MARTÍN, presentados en su tipo y con juego desigual, veamos: DOMINGO LÓPEZ CHÁVEZ ( caldero y oro) le correspondió lidiar y matar a «Bosilillo» y » Baratillo» ambos protestados por el público, debido a su escasa fuerza, particularmente el 1° qué se cayó después de pasar por el caballo y su embestida permitió sólo medios muletazos, sin ligazon alguna, qué además fué rematado de pinchazo y ¾ con defecto, quedando en pitos al toro y silencio al matador, luego en su 2° tuvo una embestida, atropellada sin humillar qué no permite ligar, tampoco templar, sólo algunos muletazos aislados, que el diestro en la suerte suprema, pincha dos veces y luego media, con descabello, siendo silenciados los dos. ALBERTO LAMELAS ( malva y oro), tuvo el mejor lote a nuestro modesto modo de ver, en razón a qué » Venadito» de 524 kgs, permitió el lucimiento con la capa, incluyendo la larga cambiada de salida, y el ejemplar con tranco, acometia en la muleta con fiereza, y hubo unos momentos de acople, pero faltó saber el ritmo y su límite, pues alargar las tandas, hacen qué se pierda el compás y haya una descomposición de la faena, dónde se pierde la estética y la valoración justa, hasta cuándo el torero escucha aviso, sin entrar a matar dónde le recuerdan que lleva más de 10 minutos, de faena de muleta y afortunadamente deja estocada efectiva, un pilín caída y el toro rodado, hay ovación para los dos y en el 5° «Jaquetillo»la lidia tuvo momentos justos, ovacionados y emocionantes, tanto con el capote, para atemperar la fiereza en la embestida, y con el mejor tercio de varas, en razón a la distancia con que arrancaba el toro al caballo, y luego en banderillas también los subalternos cumplieron y fueron «desmonterados», en la muleta tuvo esos comienzos ilusionantes, por ambos pitones, pero ahí donde el secreto y el mando, obligan a que el matador, debe administrar «los tiempos» para qué haya ligazon y continuidad, sin obligar en exceso, hizo que la faena se alargara, tanto qué escuchó otro aviso sin entrar a matar, luego remató con estoconazo efectivo, pero la faena no trascendió enos tendidos, dónde hubo algún asomo de pañuelos, quedando en ovación para los dos. Y el tercer espada JESÚS ENRIQUE COLOMBO vestido de azul marino y oro, con » Patarato», qué fué protestado durante toda su lidia, porque acusaba «invalidez» en sus extremidades posteriores, aún así el matador lo fué llevando a poquitos en capa, banderillas ejecutadas por él mismo y en la muleta, le tocó abreviar porque su oponente se convirtió en «reservon», matando de estocadon defectuosa, qué rodó al ejemplar, que fué pitado en el arrastre y algunas palmas al matador y con el 6° «Jaqueco» de 585 kgs, tuvo por ejecución un espectacular tercio de varas, por cuánto el picador, citando tanto con su caballo y la voz, al toro qué se arrancó en las dos oportunidades a más de 15 mts de distancia, llegaba al caballo galopando, (reivindicación del tercio) y en banderillas colocadas por el propio matador, de poder a poder y unas al quiebro, en todo lo alto, fueron aplaudidas por el respetable, ya en la muleta faltó encontrar ése «puntito» pues hubo algunas tandas que no conectaron con la audiencia y por ello el diestro, mató con media y un golpe de cruzeta, recibiendo ovación. Y terminado el festejo el ganadero reconoció qué la expectativa era mayor a lo visto en la plaza, así son los asuntos del toro, como dicen los «hispanos».