Director

Diego Alfonso Alais G.

LA MAESTRANZA CONSAGRA A MORANTE CON FAENA CUMBRE Y ANTOLÓGICA.-

Hoy con un lleno a «reventar» dentro de la nueva normalidad, se dió el 12° festejo con un cártel super rematado y el encierro apetecido de Juan Pedro Domeq, qué  bien presentado, no tuvo el fondo y «combustible», para ésos finales esperados, pero afortunadamente aparecen y brotan en el mundo taurino, actores que derrochan grandeza, pasión, genio e inspiración y éso ocurrió como pocas veces en el coso del arenal, veamos: MORANTE DE LA PUEBLA ( fucsia y azabache, rematado en oro) estuvo al frente de «Noctámbulo» 1° bis, en reemplazo de » puntillito» devuelto por «carencia de fuerzas», se mueve sin soltarse, con feo estilo y se desploma en el caballo, y de ahí en adelante fué deslucido en la muleta, el diestro trata de taparle los defectos, porque lo embroca con compromiso y firmeza, pero la tendencia del animal es la «debilidad y agotamiento», poco qué recordar y con una habilidosa media estocada, después de pinchazo, lo envía pitado al desolladero y él recibe algunas palmas. El 2° de su lote «Jarcio» de 518 Kgs, un colorado saltó a la arena a enfrentarse con «el elegido e inspirado», Morante en su plenitud, ésos lances con rodilla en tierra qué denominan «tijerillas», y luego seis de embarque y compás, hicieron sonar la música cómo premio, y siguió encumbrando su actuación, cuando lleva al toro al caballo, por el «galleo» hacia atrás y brazos cruzados, con el capote al revés, de ello hay referencia en siglos pasados, pero verlo ahora, iluminó el ambiente andaluz, máxime qué el ejemplar se cayó después del primer puyazo y poquito «combustible», y ahí viene el saber medir, dosificar y componer en tiempos exactos, la faena qué vendría en la muleta, pues con el inicio torero a dos manos, primero rodilla en tierra y luego con el mentón en el pecho, viene una verdadera obra de arte, torería, entrega y pasión en especial por el pitón izquierdo, qué sinfonía la vivida …por la entrega y rotundidad, hasta qué vino una voltereta, también «adornada», por el riesgo, profundidad y sentimiento y el público entregado de pie, le anima para que en la suerte suprema, instrumentara ése estoconazo, qué rubricó la excelsa faena, rodaron las dos orejas por aclamación, el torito con división en el arrastre, pero ahí quedó ésa faena cumbre, grabada para la historia, con todos los adjetivos que se quieran, ratificando su puesto y sitio, Morante torero de Sevilla…y del mundo entero!!! El esperado JUAN ORTEGA ( Corinto y azabache) con «Guiñol» de 501 kgs y «Vistoso» de 555 kgs, tuvo esos pincelazos a dos ejemplares menguados en fuerzas, y qué se dejaron , hay partes dónde toreando a la verónica deja ésas bonitas improntas, en la muleta a su primero deja esas trincherillas y recortes de cartel, por lo lento y con la naturalidad qué lo hace, y suena la música, exprimiendo el poquito «jugo o juego» de su oponente y en el 5° o 2° de su lote, anotó un buen son, pero al toro le faltó empuje y además estructurar una faena, bajo el síndrome Morante, no fué fácil por las débiles condiciones del ejemplar, qué se vino abajo a pesar de la entrega del torero, mató de estocada certera, pero con el pitón rozándole el chaleco y sus enemigos pitados, se llevó cómo premio ovación desde el tercio, por el respetable. ANDRÉS ROCA REY (pizarra y oro), le correspondió lidiar a «Jarreon» num 191 y «Tutelado» de 553 kgs, a los cuales debió cuidar, destacando el buen comienzo de rodillas, a su primero y luego acortando distancias, dándole tiempo entre pase y pase, arranca medias tandas, porque ya en el tercer muletazo el toro se vencía, y ya luego se vino a menos a pesar de la firmeza del torero, quien con estocada en lo alto, lo remató escuchando palmas por su actuación y pitos al toro y en el 6°, salió variado y arrebatado con el capote, chicuelina, tafallera y larga de rodillas y con varas muy justitas, el ejemplar se vino a menos, sin fuerzas e incierto, todo fué deslucido y sin posibilidad, y cuando falta la materia prima, no se dan las cosas así haya voluntad, mató con estocada efectiva y pitos en el arrastre,al «marmolejo» y silencio al matador… así fué llegando la noche, con un público rozagante y apasionado, toreando por las calles, gracias a la genialidad, de un inspirado artista, cuya faena será muy seguramente premiada al culminar el San Miguel, sin que el encierro haya logrado nota de calificación destacable.. pues gracias a Morante tapó la»posible» bronca al ganadero!!

Resumen del festejo:

MORANTE: Palmas y dos orejas.

JUAN ORTEGA: ovación y ovación.

ROCA REY: palmas y silencio.

Resumen y textos Gabriel Enrique Riveros.

Fotografía especial Diego Alfonso Alais.

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