Muchas veces hemos dicho que corrida de expectación es corrida de decepción, y hoy no se rompió la regla por aquellas cosas del destino qué inciden directamente en el enigmático mundo del toro, qué muchas veces no se encuentran las razones de los resultados y menos un porque se suceden espectáculos y tardes cómo la de hoy, estaban todos los ingredientes reunidos para una fina preparación y degustación, pero las cosas no salieron como pensábamos los más fieles asistentes a la Maestranza, es así que MORANTE DE lA PUEBLA (Grana y oro) tuvo el lote de menos posibilidades del festejo, pues ni con «Juicioso» como tampoco con «Mapaná» logró dibujar un boceto de su última comparecencia en el coso sevillano, unos toros qué llegaron sin el gas suficiente a la muleta, a pesar qué el maestro cigarrero al comienzo les dió pausa y tiempo para qué recuperaran ése combustible, pero los animales no pudieron o no quisieron y dejaron al torero en deuda con la afición fiel qué lo espero, y ante los descompuestos ejemplares abrevió su labor y sus oponentes pitados en el arrastre dejaron al torero silenciado en su despedida de San Miguel. GINÉS MARÍN ( Catafalco y oro), con » Fantasía» lo consintió e hizo de enfermero, para qué no se derrumbara después de varas y poco a poco muy despacito, lo pegó con alfileres para lucirlo y cortar un apéndice, más por mérito del torero que un ejemplar debilucho y en su 2° de bonita estampa, qué se quiso quitar las varas del picador y qué después con embestidas ásperas, fué a la muleta con más mañas qué franqueza y pulcritud, y ante faena intermitente y trompicada, debió el torero finiquitar entre las ganas y la impotencia, siendo pitado el burel en el arrastre y silencio al matador. PABLO AGUADO.-(Corinto y oro) con «Tulipán» qué fué muy incierto y caprichoso, el sevillano al comienzo empezó en la muleta con ésos doblones lentos y mandones, para luego tratar de conectar con la asistencia, encontrando en la tercera tanda el aliño propio de la labor, qué con toques suaves y de saborío logró qué el público le valorara su labor para cobrar una oreja después de rematar con espada un tanto defectuosa y con el cierra plaza «Presidiario» de 535 kgs, estuvo deslucido de principio a fin, su comportamiento no tuvo trascendencia y cómo dirían los entendidos fué «descafeinado», sólo daba arreones de manso sin entrega y al final fué una labor de bostezo y aburrimiento, que dejó al público con un sabor más amargo para cerrar el ciclo de San Miguel, pues el ejemplar fué pitado y el torero silenciado, culminando con la feria con excelentes entradas y superávit a la empresa!!!
Resumen del Festejo:
MORANTE DE LA PUEBLA.- Silencio en ambos.
GINÉS MARÍN.- Oreja y silencio.
PABLO AGUADO.- Oreja y silencio.
Los toros tuvieron aceptable presentación y sin juego en la lidia, pues las orejas cortadas fueron más por méritos de los toreros qué los toros en suerte.
Textos y redacción especial para Arte y temple: GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.
Fotografía profesional DIEGO ALFONSO ALAIS.