Tradicionalmente el festejo de la beneficencia está fuera del abono de la feria, y por ello casi no hay lleno absoluto en los tendidos, hoy con un poco más de ¾ del aforo (más de 17.000 asistentes), tiempo caluroso de aprox 31° grados de temperatura, con la presencia del Rey Felipe, qué desde el palco real, presidió el festejo y ante un encierro de 3 ganaderías, (J.P. Domecq (2°, 4° y 6°)- Daniel Ruiz (1° y 3°) y el 5° de Victoriano del Río), dicen que debido a la pandemia se fueron muchos ejemplares al matadero, de ahí la escasez de encierros completos, con la exigencia de fenotipo para Madrid y en el cartel estaban anunciados los triunfadores de la feria, qué habían abierto la puerta grande en el ciclo, SEBASTIÁN CASTELLA.- (Azúl Marino y oro) estuvo al frente de dos exigentes y complicados toros, «Juguetón» y «Relance» que tenían el picante de bravos, pero que había que saber estar en la cara de ellos, tanto que su primero de saludo con el capote le propinó un feo «revolcón» y de ahí en adelante el francés se sobrepuso y dominó la situación resolviendo la papeleta, construyendo una faena con ritmo, temple y ligazón, en especial ése cambio de mano para dar dos naturales y un pase de pecho a la hombrera contraria, tenía el trofeo listo para cortar, pero el pinchazo, el aviso y en su 2° intento con «defectillo» dejaron en palmas en el arrastre y saludo desde el tercio, su primer turno y con su 2° un colorado que en los primeros tercios era indefinible, en el último tercio con vibración, exigencia y genio le permitió al galo una faena de mucha técnica, pundonor y vergüenza torera, sacándole todo lo bueno que llevaba dentro y después de un volapié perfectamente ejecutado, cuando dobló el oponente se escuchó división en el arrastre y una petición fuerte de oreja que quedó en vuelta al ruedo. EMILIO DE JUSTO.- (Malva y oro) toreó a placer a su 1° «Tragaluz» en el capote en especial la larga cambiada y las dos medias, en el caballo y las banderillas el ejemplar fué cambiante, y en la muleta sólo le dejó al cacereño instrumentar de uno en uno por naturales, por bajo y en línea, pero nunca descolgó el astado para ligar y emocionar a los asistentes, cuándo remató con defecto quedó en división en el arrastre y algunas palmas al torero y con el 5° de Victoriano «Impuesto» que tuvo ímpetu y vibración a una velocidad qué no pudo regular el extremeño, y entonces ambos estuvieron sin acople y entendimiento mutuo, la gente fría e indiferente ayudó para que la faena no despegara y para colmo pinchó en la suerte suprema y después con habilidad enterró la espada bien trasera, debiendo usar el verduguillo en una ocasión y quedó en aplausos para el toro en el arrastre y silencio al matador. FERNANDO ADRIÁN.- (Azúl Marino y oro) hoy tuvo la providencia y la suerte de su lado, pues con «Artesano» protestado durante casi toda la lidia, primero por fenotipo, (impresentable para Madrid) y luego por débil, blando y casi inválido qué debido a la terquedad e ignorancia o sentido común del palco, no lo cambió cómo debió hacerlo, el madrileño se quiso justificar y en la muleta el bicho en un cambiado por la espalda de rodillas se lo llevó por delante y le propinó severa paliza, gracias a la providencia no hubo cornadas, de ahí en adelante sólo era pitos y bronca al inválido qué se derrumbó dos veces, el torero alargó sin necesidad y finalmente mató con defecto, en el arrastre hubo pitos y palmas al torero; pero cómo la suerte, el duende y la recompensa estaba de su lado vino el 6° «Secuestrador» el mejor de la tarde en todos los planos y sentidos, un negro listón, armónico de caja o hechuras, que desde el capote mostró clase, cálidad y juego, en el caballo fué «hormado» estupendamente por el picador «Jabato» y de ahí en adelante se vino arriba el noble embistiendo de largo, con franqueza y transmisión permitiendo al matador ejecutar una faena de mucha altura, inspiración y sentimiento, hubo momentos en que se «abandonó» en el cuerpo, y estuvo acompañado de unanime clamor del respetable qué volvió a rugir, llegaron ésos momentos de encuentro y de instantes inminentes de mayor plenitud y divina gracia, produciendo una emoción y enajenación colectiva, ambos estaban en el infinito y más allá, y cuando el matador se encumbró a ejecutar la suerte suprema fueron más de 17.000 almas que empujaron la espada, para que el extraordinario colaborador doblara en segundos eternos y cuando al fin sucedió, la plaza fué una paloma blanca de pañuelos reclamando los trofeos para quién soñó salir dos veces consecutivas por la puerta grande de las Ventas y qué seguramente será otro su destino y oportunidades en el mundo del toro de hoy en adelante…. luego todos los matadores fueron al palco real a los actos protocolarios, para ocasiones especiales cómo son específicamente ésta corrida de Beneficencia y olé!!
Resumen del festejo:
SEBASTIÁN CASTELLA.- Ovación y vuelta.
EMILIO DE JUSTO.- Palmas y Silencio.
FERNANDO ADRIÁN.- Palmas y dos orejas.
Incidencias: Hubo un minuto de silencio por el aniversario de la muerte de Iván Fandiño y saludaron José Chacón en el tercio de banderillas al 4° y Marcos Prieto al 6°.
Textos y redacción especial para Arte y temple: GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.