Director

Diego Alfonso Alais G.

EMILIO DE JUSTO DE LA ENFERMERÍA A LA GLORIA !!

Qué profesión tan cruda y difícil es la del torero, muchas veces luchan y luchan incansablemente y casi nunca llegan los triunfos, otras veces cómo hoy están a las puertas del “tanatorio”, pero aparece la magia y el resplandor, para terminar en tardes épicas y de triunfo, así es la vida misma para cada uno de los seres que trasegamos por los caminos, con obstáculos pero cómo dicen por ahí, “Díos al que le va a dar le guarda”, así ante una plaza abarrotada, con un clima  agradable de 24° y con los toros de Victoriano del río, salvo el 5° que era de Cortés, se dió la primera corrida del ciclo otoñal, dónde se anunciaron, EMILIO DE JUSTO.-(Verde esperanza y oro) fiel exponente y beneficiario del milagro taurino, porque su lote en suerte le dió los dos contrastes de la tarde, el 1° Pudoroso de 570 Kgs, de salida era noble y sin reserva, pero cuando el cacereño le instrumentó la segunda tanda, le abrió la ventana y vino una fea, peligrosa e impactante cogida en dos tiempos, un revolcón y faltaron “los capotes a tiempo”, el animal  lo levantó con la cornamenta, haciéndole palanca por la “panza” para un nocaut fulminante, se pensó en lo peor cuando se lo llevaron a la enfermería y después de más de media hora, los galenos de la plaza, descartaron la gravedad de incapacidad absoluta, ya para ése momento Borja Jiménez había pasaportado al burel; el torero en observación, más los calmantes y la atención idónea, se recuperó y salió a torear el 6°, “ Diamante” que en realidad era el 4° en el programa, casi a las dos horas del percance, aquel héroe espartano salió por todas para una larga cambiada y un desmayado a una sola mano, volteó la plaza para luego en la muleta sin el ayudado, con naturales con ambas manos, producir el concierto a la tonalidad qué hizo rugir a Madrid, eran tandas puras, clásicas, lentas y de infinita transmisión, elevando su labor al infinito olimpo del triunfo qué remató con la espada, con algún “defectillo” pero con rotundidad y la plaza casi entera se vistió de blanco, para cortar dos orejas y lograr su quinta puerta grande en las Ventas…todo es muy importante pero el impacto en éste resurgir taurino es la cantidad de chavales qué saltan al ruedo para aclamar al guerrero, al héroe y al triunfador a pesar de los obstáculos.. así es ésto!! BORJA JIMÉNEZ.- (Celeste y oro) anduvo con pundonor y mucho oficio, cómo voluntad sin falta, logró momentos e instantes, que no alcanzaron a entonar las notas que requiere Madrid, pero tampoco le desconocieron su esfuerzo, una plaza exigente y ruda muchas veces, lo ovacionó en los dos turnos, porque supo estar cómo torero y profesional, recordamos los cambios de mano para aprovechar las inercias, lo mismo que el arrimón a “Bocinero”, también la gallardía del brindis a su compañero herido y convaleciente en la enfermería, por todo fué obligado a saludar desde el tercio tras aviso,  al final de sus actuaciones. TOMÁS RUFO.-( Turquí y oro) Hoy pasó angustias pasando o transitando entre la frustración, el reproche por falta de sitio y fundamentalmente, porque creemos dejó ir a sus dos ejemplares con las orejas, que debió cortar cómo trofeo si su labor hubiese estado entonada y con las exigencias qué los cánones de Madrid , en su primero estuvo fuera de órbita (línea paralela y no recta) recordamos el “burraco” 2° “Carterista” excelso animal en su comportamiento, y el toledano no alcanzó a estar a la altura de ahí que fuera abroncado al final y con el 4° ya había mucha predisposición para condenarlo, así que también fué protestado…no fué su tarde pues además hemos insistido que hay unos tendidos severos, radicales y fundamentalistas, que no perdonan ni el vuelo de “una mosca” sabemos que así se ha mantenido en el lugar que son las Ventas de Madrid, hoy te da y mañana te quita o al contrario, depende de muchísimos factores!!

Resumen del Festejo.-

E. DE JUSTO.- Herido y Dos orejas.

BORJA JIMÉNEZ.- Ovación tras aviso en ambos.

T. RUFO.- Silencio y Silencio.

Incidencias del Festejo.-

El encierro de Victoriano y de Cortés de comportamiento desigual, tuvieron el comportamiento complicado de su raza y casta, pero cuando se les sabe plantar cara permiten el triunfo.

No hubo ovaciones cerradas tanto en banderillas cómo en varas.

Una entrada de  lleno hasta  las banderas en la gradería con mucho público jóven, que asegura la renovación en los tendidos y especialmente destacamos cuando existe una puerta grande la romería de gentío para arropar y aclamar al ídolo de carne y hueso, éso impacta y es digno cómo se forma la “turba” de próximos y buenos aficionados.

Textos y redacción GABRIEL ENRIQUE RIVEROS.

Fotografía especial y profesional PLAZA UNO.

Enviado desde mi Galaxy

Comparte este post con tus amigos