Desde 1981 cuando dn José Escolar Gil adquirió la ganadería de procedencia Santacoloma en la línea albacerrada y Saltillo, «primos» de los Victorinos, sus encierros no son del gusto de las figuras, han habido tardes de triunfos pero también de petardos, así lo reseña la historia de éste hierro ganadero y hoy podemos decir qué fué un encierro duro, complicado y de muy poco lucimiento para la terna, pero también creemos qué hubo toros qué les faltó el lidiador y dominador, que les hubiera descifrado lo que tenían y se hubiesen ido desorejados o cómo mínimo ovacionados al menos dos de los seis, en el arrastre, veamos: JOSELITO ADAME (Blancoy oro) , frente a «Cartelero» y «Posadero» el primero bien complicado, qué estuvo en el ruedo sin humillar, marcando y midiendo al torero, quien con oficio desarrolló su faceta de toreo defensivo y ejecutando el toreo a la antigua, distante del ejemplar y con «tornillazos» culminó su labor después de estocada habilidosa y un descabello, siendo silenciado y con su 2° qué tenía posibilidades, así lo demostró en el capote con una bellas verónicas, después de acertadas varas del picador Óscar Bernal, el mexicano desconfiado y prevenido, le cambió de terrenos en varias oportunidades y no logró estructurar su libreto, por ello remató con media estocada delantera y varios descabellos, siendo silenciado al finalizar su actuación. RUBÉN PINAR ( Blanco y plata) con «Chismoso» de 530 kgs un cárdeno qué en principio obedeció a las telas del manchego, quién le marcó terrenos y compases, y lo aceleró un poco en la muleta y se puso costosa la labor, es decir qué le entregó un libreto que no correspondía a las condiciones del ejemplar y ya al final perdidos ambos mató con estocada efectiva, y le valió para saludar desde el tercio y con el 5° «Horquillano I» de 500 kgs después de la larga cambiada apretadisima, y el momento en qué arrolló al subalterno «Candelas» cuando salía del tercer par y qué se salvó gracias al oportuno quite de Adame, pero al final de la lidia el ejemplar se la cobró y lo mandó a la enfermería, el toro se adueñó de la situación, desarmó al torero y se volvió gazapón, reservón y difícil de lidiar, no quiso ir al ritmo del albaceteño sino a uno muy diferente, por ello no hubo lucimiento y mató con imperfecta, quedando su labor silenciada. JAVIER CORTÉS ( Blanco y oro) tuvo el lote más «potable» dentro de las pocas posibilidades que desarrolló la corrida, pues con «Diputado» de 560 kgs de embestidas cortas y frenadas, el torero de manera estática a momentos le hizo lo posible y si bien no hubo tandas ligadas, salió airoso de la cara de su oponente, teniendo el mérito qué resolvió con solvencia sin romper en faena de premio, finiquitando su labor con media trasera, suficiente para que el ejemplar doblara y se resguardó en el burladero de matadores con silencio del respetable y con el 6° «Buena cara» de 520 kgs, el mejor de los seis porque permitió un deleite en el capote y en la muleta se vieron los mejores naturales francos y de trazo largo, del festejo y qué hubiese encumbrado la faena con un cambio automático de chip, para ligar, lucir y disfrutar lo que permitió el escolar, de ahí que se vió una labor en varios capítulos cortados algunos a destiempo, precisamente por el antecedente de los cinco toros anteriores y vino una media estocada contraria con varios descabellos y ya la gente le había sentenciado el silencio, porque mejor se dedicaron las peñas y asistentes al jolgorio y celebración ruidosa por San Fermín, tanto qué cuando los matadores y sus cuadrillas abandonaron el ruedo, muy pocos se dieron cuenta de ello!!
JOSELITO ADAME.- silencio y silencio.
RUBÉN PINAR.- Ovación y silencio.
JAVIER CORTÉS.- silencio y silencio.
El Encierro de JOSÉ ESCOLAR bien presentado en su tipo de imponente presencia pero con escaso juego y dentro de las dificultades propias del encaste y destacamos el 4° y 6° que tuvieron posibilidades de trofeo.
Textos y redacción GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.