Al cierre de la feria denominada «toros y salsa», en la ciudad «termal» de Francia, con una asistencia de más de ¾ del aforo, se dió el último festejo, dónde predominó el respeto y el culto al rey de la fiesta, qué ejemplo de comportamiento de ése público que guarda los silencios en los momentos claves de la lidia, qué aplauden con ritmo musical lo que gusta y qué protestan con respeto lo «reprochable», es decir es otro tipo de afición qué también vale para mantener la llama viva del rito taurino y con ésos ingredientes bien sazonados, vimos a MORANTE DE LA PUEBLA (Catafalco y blanco) quien con su primero no vió una senda o luz en el túnel y abrevió, cómo es su regular templanza en la cara de sus inservibles oponentes y con su 2° o 4° del festejo «Langosta» de 520 kgs con ése toreo a la antigua de lidiador, estructuró una faena de angostura, sometimiento, poder, dominio y corte estético a través de tandas dónde imprimió su expresión y fondo artístico, pues había que verlo danzar con todo su empaque de figura a un ejemplar de embestidas ásperas y violentas, pero el maestro cigarrero le pudo al toro y cuando estaba en ebullición su labor, de una sin igualar siquiera al toro lo estoquó, con la mala fortuna qué demoró en caer y por éso quedó sin premio, ése fragmento y pinturas de siglos pasados, pero nos transportó a un maravilloso y añorado pasado de la tauromaquia. DANIEL LUQUE.- (Corinto y oro) está en un gran momento de su carrera, y además con suerte en el sorteo, su 1° «Mancerito» un burraco de destacada lámina, tuvo condiciones, pero sin fuerza o motor y por ello su labor no trascendió, en cambio con el 5° de la corrida «Malvarosa» de 538 kgs mostró su plenitud y completa madurez, al mejor del encierro, desde el capote dónde destacamos los quites por chicuelinas de Ortega replicado por Luque, con ésas cordobinas largamente ovacionadas y en la muleta vino un gráfico de emoción a través de una honda, armoniosa y artística faena llena de regusto y emoción, que trascendió en la asistencia, hay qué admirarle su plasticidad con las manos para dibujar muy despacio cada uno de los muletazos que coronó con las luquesinas milimétricamente estructuradas de una pura belleza y matando cómo un cañón, se asomaron los dos pañuelos blancos y gran ovación al ejemplar en el arrastre, completando así su sexta puerta grande consecutiva en ésta plaza francesa, qué lo ha arropado desde sus difíciles momentos atravesados por el de Gerena. JUAN ORTEGA.- (Tabaco y oro) con su 1° «Buscarillo» de 516 kgs, dejó ver sus calidades artísticas que desborda entusiasmo en especial con la capa al flanquear su figura y empaque acompañando el lance a la verónica y en la muleta tuvo destellos y fogonazos, qué no alzaron vuelo, por las condiciones de su oponente, máxime porque estuvo pesado con el acero y con el segundo de su lote qué atropelló en todos los tercios, y cómo su toreo es de sensibilidad y no de expresión accesoria, la labor del sevillano fué opacada o nula que no pudo rematar acertadamente con el acero, dónde fueron silenciados los dos…en conclusión fué una corrida combinada de toros y toreros para verdaderos aficionados!!
MORANTE DE LA PUEBLA.- silencio y ovación tras petición, con aviso.
DANIEL LUQUE.- Ovación tras petición y dos orejas.
JUAN ORTEGA.- Palmas y silencio tras aviso.
El Encierro del Puerto de San Lorenzo y Ventana del puerto (1° y 6°) fué pesado en la romana tuvo la armonía y presentación característica de su fenotipo y de distinto juego destacándose 3° y 5°, mansos y sin posibilidades 1° y 6°.
Textos y redacción especial para Arte y temple: GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.