Difícil y casi imposible para una terna de novilleros, poder desarrollar una «tauromaquia», cuando se enfrentan ante un encierro de aceptable presentación, pero de «mezquino» juego, con falta de clase y raza, qué fueron el común denominador de los pupilos de la ganadera Rocío Cámara, veamos: CALERITO ataviada de Berenjena y oro, estuvo al frente de «Alba»(sardo) de bella estampa, pero que no dejó componer, porque por dentro no tenía la casta, dando al traste con la ilusión y ganas del novillero; y con «Atónito» que se dejó y dónde pudo mostrar pasajes con estética y emoción, a pesar de la voltereta de comienzo de faena, y única acompañada de música, mató con ¾ defectuosa y descabello, con alguna petición de oreja debió conformarse con vuelta al ruedo. Diosleguarde (aceituna y oro) lidio a «Brasileño» de embestida desigual, y sin dejarse meter en las telas, tanto que arrolló en los quites dos veces al siguiente de la terna, Jorge Martinez, y sólo quedaron algunas pinceladas, qué remató con pinchazo y estocada arriba, ovación al torero y el 5° «Silbador» un colorado de 455 kgs, no transmitió nada, muy vacío cómo «pantano sin agua» quedando en silencio su labor y el tercero en el cartel, JORGE MARTÍNEZ (Marino y oro), no tuvo la suerte con su lote, pues «Patatero» además de prenderlo por la chaquetilla, sin consecuencias afortunadamente, no se encontraron para acompasar faena, recibiendo cariñosa ovación al final y con «Moranco» no le dió opciones, y lo mejor qué hizo fué abreviar y culminar así el tránsito del peor lote, pues además fué herido en banderillas Juan Rojas, subalterno a sus órdenes, y así se fué la tarde entre frustración, incomodidad y sin que ninguno tocara pelo.
Ficha del festejo:
Calerito: ovación y vuelta.
Diosleguarde: ovación y palmas.
MARTINEZ: ovación y silencio.
Resumen y textos Gabriel Enrique Riveros.
Fotografía especial Diego Alfonso Alais.