En la primera de abono de la principal plaza de Colombia, hubo contrastes positivos como el haber vencido el miedo antitaurino y llegamos a ocupar 3/4 del aforo… pero obviamente hay qué mencionar el contraste negativo por cuenta de la ganadería, qué antes era garantía para los toreros y afición, hoy está a la baja, casi tocando fondo y seguramente tendrá en el dilema a sus propietarios, si tienen algo de «vergüenza taurina», en efecto vimos saltar a la arena varios ejemplares mal presentados, tendiendo a desechos por sus hechuras, en especial el 5° y 6°, no dignos para el «exigente» coso taurino que guardó un cómplice silencio, pero veamos lo sucedido; MORANTE DE LA PUEBLA, después de 14 años sin pisar la arena de la Santamaría, ilusiono con el capote en su 1° «Cardenal» de 558 kgs, pegó unas verónicas y luego remató con media, adobadas de la mejor esencia, pero luego toro y torero se desmoronaron, cómo «merengue pasado» y los toros sin motor o chispa, lo echaron a perder, esa vana ilusión, tanto cómo su 2° «Pajarito» de 530 kgs, qué desde el comienzo se rajó y aculado en tablas, el torero lo sacó a los medios, para mostrar su mansedumbre y el diestro sin actitud y con torpeza, fue desarmado y con los aceros fué un desastre, quedando su actuación en bronca del respetable y los toros pitados en el arrastre. SEBASTIÁN CASTELLA, qué entró sustituyendo al «incapacitado» ROCA REY, vino con el firme propósito de echarse la plaza al bolsillo y lo logró, pues con «Filibustero» de 543 kgs y «Adinerado» de 527 kgs, terciaditos ambos y especialmente el 5° feo de fenotipo y cornamenta, por gacho dejaron qué el matador lograra su lucimiento, con actitud y profesionalismo, hay qué ver qué a su primero le ejecutó faena artística, en capa y muleta, de mucha variedad, lentitud a veces despegado pero con actitud, qué matando con espada caída le valió la única oreja de la tarde y en su segundo, qué era un manso, le encontró su lidia, y lo fué llevando poco a poco, primero de rodillas y luego con la muleta pegada al hocico, le administró el poco gas, hilvanando una faena que marro con la espada en la suerte recibiendo, y ya cuando logró rematar a su oponente, habiendo escuchado recado presidencial, la gente lo premio con vuelta al ruedo y los toros con división del respetable. El nacional LUIS MIGUEL CASTRILLÓN, qué estuvo al frente de «Luminoso» y «Quindiano» no tuvo sino algunos pellizcos , pero los ejemplares avantos y lisiados, se defendieron con arreones, dejando la actuación del torero en tediosa y con tendencia al aburrimiento, además muy pesado con los aceros, quedando silenciada su labor y los toros pitados en el arrastre, terminando la corrida con más frustración o decepción, por cuenta del juego del encierro y su mala presentación!!
Ficha del festejo.-
MORANTE DE LA PUEBLA.- (azúl pavo y oro) bronca y bronca.
SEBASTIÁN CASTELLA (soraya y oro) oreja y vuelta.
L.M. CASTRILLÓN.-(sangre de toro y oro) silencio y silencio.
GABRIEL ENRIQUE RIVEROS Cronista y aficionado taurino.
DIEGO ALAIS G. fotografía profesional taurina.