Con casi ¾ del aforo, se dió un solemne acto taurino, por la majeza en el paseíllo, dónde todos los actuantes y sus cuadrillas, iban ataviados de prendas «a lo gardeliano», en honor a ése gran artista del tango, Carlitos Gardel, quién falleciera en nuestro país y se volvió ícono histórico, y así vimos debutar al joven JOSÉ GÓMEZ, quién lidió un cárdeno de 385 kgs, de excelentes cualidades y calidades, sinembargo el jinete, tuvo sólo algunos destellos, y en la mayor parte de su labor, perdió los»papeles»y con el rejón de muerte, fué un desastre, tanto qué fué «abroncado» y el novillo premiado con la vuelta al ruedo. VICTOR PUERTO pechó con «un mansote» , «Mapalé», un jabonero sucio, qué sólo permitió un bonito recibo capotero, exprimido con oficio y elegancia por el matador, quien en la muleta no pudo, expresar su arte y lo rescatable, fué el estocadón de «libro» cómo dicen los entendidos, habiendo recibido palmas y pitos al manso. EDUARDO GALLO, con «Joropo» de 385 kgs, hubo «finura» y elegancia torera, hasta cuándo el novillo lo permitió, porque se vino a menos y destacamos la ejecución de la suerte suprema, «recibiendo», demoró en doblar y recibió ovación con petición de oreja. JOSÉ LUIS ROBAYO, con «Bullerengue» qué en nuestro modesto concepto fué el mejor de los de «a pie», permitió destellos y «pellizcos», de acuerdo al «argumento» planteado, destacamos su voluntad, pero no trascendió y «Garrido» invitado va «banderillar» tuvo ése «galleo» bonito y vistoso, qué la concurrencia le aplaudió, al final mató con defecto el matador, recibiendo un cariñoso saludo desde el tercio y palmas al novillo. RUBÉN PINAR con «Bambuco» de 360 kgs, tuvo magia, lentitud, trazo fino y especialmente «alma y sentimiento», toda una verdadera composición, qué disfrutamos y soñamos el verdadero arte, lástima que el ejemplar acusó al final lesión en uno de sus remos delanteros y no fué plena la faena, pero si conexión con el respetable que «jadeaban» cada muletazo y remató con efectividad, rodaron dos apéndices y palmas en el arrastre. ALVARO LORENZO salió picado y con «Milongo» de 430 kgs, el más pesado del encierro, lo aprovechó con lucidez y sentimiento, cada pase era verdaderos pincelazos, construyendo un cuadro, de gran valía pues en la muleta con cinco estatuarios, sin moverse y luego los derechazos y naturales, iban creciendo el furor del respetable, ése fundamento de grandeza, encumbró una bonita faena qué alcanzó a rozar el olimpo del toreo y qué «despertó» cuando pinchó con la toledana y luego con ¾ un pilín defectuosa, cobró una oreja y palmas al novillote y cerró la tarde el empresario ALBERTO CEDIEL, con «Fandango» de 360 kgs, sin ser su labor y faena ortodoxa y clásica, si tuvo el mérito del valor, voluntad y entrega, qué se convirtió en un mosaico de todos los ritmos y tiempos, cualquier muletazo la gente lo acompañaba y con palmas y los oles, fué dejando un agradable y elegante cierre del festejo, hubo fascinación, alegría y felicidad por ése ritual, qué marcó de la mitad del festejo hasta el final, con la gente contenta y satisfecha, y añorando un mejor mañana dónde estarán los triunfadores Pinar y Lorenzo, con el encierro del empresario y acompañados del nacional Ritter, que ojalá marquen un hito taurino y animarnos a proclama, refrendar y sentirnos orgullosos de profesar respeto y afición a la pasión taurina!!
Textos y redacción GABRIEL ENRIQUE RIVEROS R.
Fotografía especial DIEGO ALFONSO ALAIS.