Ayer domingo 14 de agosto, en el marco de las ferias y fiestas del municipio de Arbeláez, se ha celebrado una interesante corrida con toros de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo, con edad, peso reglamentario y de buena presentación para esta importante y taurina poblacion cundinamarquesa, que colmó más de tres cuartos del aforo de la plaza de toros Jesús Hernando Lozano.
Cristobal Pardo demostró una vez más ese cuajo que ha conseguido en tierras peruanas, toreó con clase a su primero que lamentablemente se malogró su pitón izquierdo contra un burladero, se recreó toreando en tres buenas tandas por naturales, el toro se apagó pronto y así mismo lo pasaportó el diestro caldense, para recibir palmas del respetable.
En su segundo que bien estuvo con el percall, se gustó, y con los «Palitroques» también sensacional, caló en el público; en la muleta se empleó este toro que fue noble, el de menos hechuras y fuerza pero que con su casta aguantó la faena que colofonó con una estocada de perfecta colocación, dos orejas merecidas conceden a este importante crédito de nuestra torería nacional y vuelta al ruedo con palmas para el toro.
Manuel Libardo, torero de Ubaté continúa en ese plan de derroche de arte, de dominio, que bonito toreo de capa a su primer oponente, y con la pañoza dos tandas de derechazos con mucho arte y de buen trazo que calaron en los tendidos, una estocada después de un pinchazo para recibir una oreja que pidió con fuerza la afición.
El centauro Boyacense Willy Rodriguez, tal como dijera su paisano Luis Antonio Rodriguez, «pechó» con el mejor toro de la tarde que embistió con mucho celo las cabalgaduras, que con excelente dominio y mucho temple demostró Willy que continúa en un gran momento a pesar de las pocas actuaciones de estos dos últimos años; bien con los rejones de castigo, con las banderillas largas y cortas de buena colocacion y con alegria llegó fácil a los tendidos de esta parroquia que gusta de los caballos y del arte del rejoneo; rejón de muerte de buena colocación y de efecto que levantó el ánimo de la afición que pidió con fuerza las dos orejas que concedió el palco presidencial, ovación en el arrastre al buen toro de Juan Bernardo, y hay que decirlo, también se llevaron las palmas sus excelentes jacas toreras, la de parar Cigarrera, las de banderillas y del temple Israel, Ordoñez y Marengo, enormes.
En su segundo muy lucido en banderillas, buen par al violín a su oponente que no acometió con fijeza las cabalgaduras, pinchazo con estocada que se tragó, obligando a bajarse del caballo para descabellar y despachar a su adversario, palmas.
No hay quinto malo, salió con alegria, rematando en los burladeros un bonito jabonero marcado con el #146, de tradicional estampa de la casa; le recibe con alegria el fino diestro Manuel Libardo, que lo ha toreado colosalmente con el percal, peleó en el caballo, persiguió en banderillas y atendió con nobleza la templada muleta del de Ubaté, fea voltereta sin consecuencias en la faena de muleta que remató con un pinchazo y estocada.
Las cuadrillas de a pie efectivas,
Granerito, El Pino, Andrés Herrera y Arley Gutierrez, como tambien los piqueros; vimos un buen quite con el capote que interpretó el novillero sobresaliente Anderson Sanchez en el primer toro del rejoneador.
Merecen las gracias la señora alcaldesa de Arbeláez que acompañó en la presidencia a don «Chucho Lozano», artifice e importante promotor de la fiesta brava; tambien a los aficionados Bogotanos que asisitieron, a la Peña Taurina El Subalterno, que desde Guasca se desplazó para acompañar el festejo. Los aficionados terminaron contentos viendo salir en hombros a Cristobal Pardo y a Willy Rodriguez,
Mi enhorabuena a los organizadores, y venga! que viva el arte, que viva la fiesta de los toros!!
Por: Francisco «Paco» Garcia,
Cronista taurino
Fotografia: Diego Alais